Han habido varios días, generalmente abril en junio. En masa han pasado dibujados con silencio y con los calcetines de fuera. Los miro, a veces, en medias o con los pies desnudos, dejando letras colgadas y vellos en el retrete. Ha habido, buenos, malos y fucsias. Como decía, la mayoría solo habitan en reducido espacio, porque prefiero podrirme en la miseria de mi mismo a reconocer la ausencia prolongada que será desde el futuro incierto en que la reconozca una constante. Sobre las letras , (supongo que también fastidia esa actitud de sílaba que se cree esdrújula) decía que se quedan colgadas de forma cadavérica las palabras. No las saco con frecuencia. Me las he tragado. Son amantes que pueden ser amigos, y las he guardado, día tras día en el sexo dela micro punta, la de siempre.
Ahora, aquí están. Se muestran en lapsos.
Se cuelgan, contaba, y es una manera romántica de no describir un vulgar suicidio. Así es como se dan las cosas. Inventemos una historia. Contemos algo sobre el silencio. Papel en mano, mano en esfero, esfero en papel. Letras y palabras anteriores, las presentes, las que aún no alcanzo a escribir, claro ejemplo. Pero lo que no ves gusano es el crimen, ira involuntaria y culpa en mano atravesando el guardapolvo. Suben despacio, cogen de repente una coma, la expanden y se la enredan. Saltan, voraces desde el tronco de madera que imaginan gigante y no es más que el filo del lápiz, o una página en blanco, nunca se sabe a ciencia cierta.
Solo queda sangre. Las he sacado del pubis de su madre para que queden colgadas y puedan darme por lo menos brevísimos segundos el placer de ver la muerte de un reducido yo mismo a través de un consuelo de miseria al ver mi miseria menos mía, para expiar con una muerte ajena los días absurdos que se pisan los pies y se muerden el llanto.
Se me muestran, Se me exhiben, se desnudan, y se matan. En este preciso instante la o final del preciso está extendiendo comas y saltando entre ojos vidrio azulados al inadmisible final del cuento, que contaba aunque no se den cuenta la simple cuenta de los días.
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