dos poetas argentinos
MYRIAM LEAL
Hay ángeles para todo
Están los que cuidan niños
los protege ancianos
los que hacen horas extras
cuando les tocan ebrios
Pero éste no encontró trabajo
Usa rasta
y su túnica es verde manzana
Él confía en la publicidad
reparte tarjetas
asegurando que el márketing
todo lo puede
en una de sus alas se puede leer:
’’joven para todo servicio’’
y en la otra su e-mail
En verdad
ya no sé qué hacer con él
Mi madre
cree
que son míos
esos porros que aparecen por ahí
Ángeles perdidos
NOTA BIBLIOGRAFICA
Julio Carabelli nació en Buenos Aires en 1938. Cofundador del Grupo
Literario y Editor "Además" y del Grupo "Poesía Peregrina".
Fue Secretario de la Fundación Argentina Para la Poesía,
participó en el staff de las Revistas "Nexo literario" y "Barataria",
colaborador de "La luna que..." y es Director de la Revista Literaria
"artes, becas & concursos" y de Letrarte (Encuentro Internacional
y Congreso Nacional de Escritores, 1998 en Tucumán y 1999 en Mendoza).
Colaboró con el Encuentro de Escritores argentinos y uruguayos realizado en 1998 en Bs. Aires.
Organizó el Café Literario "Café y letras" en la SADE Central y colaboró
con el Café Literario "Poetas de la Plaza" de S. M. de Tucumán.
Junto a "La luna que..." organizó la Primera Tourneé Poética por La Rioja,
Catamarca y Tucumán.
Sus cuentos, poesías y ensayos se han publicado en diarios y Revistas
Literarias de Buenos Aires, del interior del país y del exterior. Participó en la Antología
Panorama del Cuento Argentino (Revista PROA Nº 15) y en varias Antologías.
Es autor de tres obras de teatro y de varios monólogos teatrales (una llevada al cine).
Obra Publicada
A CONCIENCIA PURA- (MARYMAR 1986) Novela premiada por el
Seminario de Comunicaciones Humanas.
AUTOPSIAS- (Además 1988) Cuentos. Con Alberto Vanasco y otros.
CONTINUACIÓN DE LOS JUEGOS- (Fundación Argentina Para la Poesía 1992) Cuentos.
EL CRIMEN DE LA VECINA EN EL PRESUPUESTO NACIONAL - (GEL 1993)
Novela Primer Premio Centro de Extensión Cultural Leopoldo Marechal.
JURISDICCIONES - (Poesía en Bolsa 1997) Poesía.
JURISDICCION DE AMOR - (Poesía en bolsa 1998) Poesía.
LA FUNCIÓN SOCIAL DEL ESCRITOR- (La luna que...2000) Ensayo.
De El color de Harlem
EN VANO
John Lennon canta un blues en la estación de subte
Un policía observa obstinado en su aprensión
A una muchacha negra de increíble belleza
Que quizá lleve un kilo de anarquista pasión
En su gran bandolera vacía de certezas
Vacía como los rieles de su preocupación
Ella lleva el mensaje de su lápiz cereza
Sin ver al policía ni escuchar la canción.
John Lennon canta un blues en la estación de subte
"Ayúdame
Ayúdame a ayudarnos" reitera en su oración
La guerra
Sucede en otra parte pero nace en nosotros
La vida
Viaja en un tren de carga que nunca ha de llegar.
John Lennon canta un blues en la estación de subte
Sabe que para nada servirá su canción
El Hombre es un desgaste una ruina que piensa
Sin más alternativa que su propia ambición
Muchas veces la muerte parece el objetivo
Y la vida un fatídico capricho de ese dios
Absurdo pasajero de trenes que no llegan
Por mucho que John Lennon suplique en la estación.
De Poemas para leer con antiácidos
MONOLOGO TELEFÓNICO ENTRE UN YANQUI
CONFUNDIDO Y SU AMOR QUINTAVENIDA.
a Marcos Silber
poseedor del humor necesario
No se puede ir a La Habana en un Plymouth amarillo
no se puede ir en un Ford ni tampoco en Chevrolet
te llamo para decirte que te quiero mas percibo
lo imposible de tu mano bajo mantos de banderas
y un huracán de intenciones.
Las ideologías se confunden en tu teléfono blanco
quiero hablar de lo posible en la tarde de Manhattan
detenerme para que subas desteñidos abalorios
en mitad de los trigales donde la historia engendra
su próximo sarcasmo.
No se puede ir a La Habana en un Plymouth amarillo
desde New York la inquietud por tu edad capitalista
anulará la autocrítica y las dietas macrobióticas
sobre el arco de utopías que abismará en el Caribe
a un Goliat americano.
Imposible comprender la plusvalía eligiendo los aretes
ajena tu nariz a la información que viniendo de Cuba
remonta el recelo hasta el piso último del Empire State
y pongo otra moneda a 90 millas del gran supositorio
que apunta a Kin Kong.
No se puede ir a La Habana en un Plymouth amarillo
lo incierto obstruye mientras te pintas las uñas y no sé
si un paso atrás dos adelante en lo nuestro es objetivo
presagio desventuras en el insomnio de Hemingway
a las 4 AM de su habano final.
Dudo en buscar tu blusa dialéctica y turgente
como la Sierra Maestra que propongo para dos
ahora que América se abre como tus labios pintados
preguntando al materialismo qué medias vestir
en tu primera cita con la Revolución.
No se puede ir a La Habana en un Plymouth amarillo
entre la riqueza los añicos y la basura de Wall Street
baja el azúcar como una cortina dispuesta al bloqueo
en tanto nuestro pasado deambula por el Central Park
desnudo como un fauno capón.
He decidido no ir a buscarte en mi Plymouth amarillo
mi barba somera y subjetiva te causará conmoción
y uniforme verde oliva el viejo Marx me advierte:
-la historia se repite primero como tragedia y luego
como farsa para televisión-.
MYRIAM LEAL
Hay ángeles para todo
Están los que cuidan niños
los protege ancianos
los que hacen horas extras
cuando les tocan ebrios
Pero éste no encontró trabajo
Usa rasta
y su túnica es verde manzana
Él confía en la publicidad
reparte tarjetas
asegurando que el márketing
todo lo puede
en una de sus alas se puede leer:
’’joven para todo servicio’’
y en la otra su e-mail
En verdad
ya no sé qué hacer con él
Mi madre
cree
que son míos
esos porros que aparecen por ahí
Ángeles perdidos
Alguien perdió sus ángeles
Los olvidó
en el asiento trasero de la pick-up
Desde entonces ellos fuman habanos
juegan póker todo el tiempo
y abusan de la cerveza
En las noches
por allí anda
alguien desangelado
con un manojo de plumas en el bolsillo
y estos chicos -a los que
ya les está creciendo la barba-
quieren redimirse
Volver a casa
I
Hay un ángel enfermo
sentado sobre el borde de mi cama
compungido
pide perdón por otra noche en vela
mientras bebe su boldo
gesticulando náuseas inminentes
En ocasiones le ha pasado
amanecer su borrachera
con un ala enganchada
en los cables de video
Me ofrezco a acompañarlo
a “alcohólicos anónimos”
mas él miente “mañana”
cara de rala cosecha
Ambos sabemos
No podrá con su genio
y otra vez
cuando me crea dormida
saldrá de ronda
JULIO CARABELLINOTA BIBLIOGRAFICA
Julio Carabelli nació en Buenos Aires en 1938. Cofundador del Grupo
Literario y Editor "Además" y del Grupo "Poesía Peregrina".
Fue Secretario de la Fundación Argentina Para la Poesía,
participó en el staff de las Revistas "Nexo literario" y "Barataria",
colaborador de "La luna que..." y es Director de la Revista Literaria
"artes, becas & concursos" y de Letrarte (Encuentro Internacional
y Congreso Nacional de Escritores, 1998 en Tucumán y 1999 en Mendoza).
Colaboró con el Encuentro de Escritores argentinos y uruguayos realizado en 1998 en Bs. Aires.
Organizó el Café Literario "Café y letras" en la SADE Central y colaboró
con el Café Literario "Poetas de la Plaza" de S. M. de Tucumán.
Junto a "La luna que..." organizó la Primera Tourneé Poética por La Rioja,
Catamarca y Tucumán.
Sus cuentos, poesías y ensayos se han publicado en diarios y Revistas
Literarias de Buenos Aires, del interior del país y del exterior. Participó en la Antología
Panorama del Cuento Argentino (Revista PROA Nº 15) y en varias Antologías.
Es autor de tres obras de teatro y de varios monólogos teatrales (una llevada al cine).
Obra Publicada
A CONCIENCIA PURA- (MARYMAR 1986) Novela premiada por el
Seminario de Comunicaciones Humanas.
AUTOPSIAS- (Además 1988) Cuentos. Con Alberto Vanasco y otros.
CONTINUACIÓN DE LOS JUEGOS- (Fundación Argentina Para la Poesía 1992) Cuentos.
EL CRIMEN DE LA VECINA EN EL PRESUPUESTO NACIONAL - (GEL 1993)
Novela Primer Premio Centro de Extensión Cultural Leopoldo Marechal.
JURISDICCIONES - (Poesía en Bolsa 1997) Poesía.
JURISDICCION DE AMOR - (Poesía en bolsa 1998) Poesía.
LA FUNCIÓN SOCIAL DEL ESCRITOR- (La luna que...2000) Ensayo.
De El color de Harlem
EN VANO
John Lennon canta un blues en la estación de subte
Un policía observa obstinado en su aprensión
A una muchacha negra de increíble belleza
Que quizá lleve un kilo de anarquista pasión
En su gran bandolera vacía de certezas
Vacía como los rieles de su preocupación
Ella lleva el mensaje de su lápiz cereza
Sin ver al policía ni escuchar la canción.
John Lennon canta un blues en la estación de subte
"Ayúdame
Ayúdame a ayudarnos" reitera en su oración
La guerra
Sucede en otra parte pero nace en nosotros
La vida
Viaja en un tren de carga que nunca ha de llegar.
John Lennon canta un blues en la estación de subte
Sabe que para nada servirá su canción
El Hombre es un desgaste una ruina que piensa
Sin más alternativa que su propia ambición
Muchas veces la muerte parece el objetivo
Y la vida un fatídico capricho de ese dios
Absurdo pasajero de trenes que no llegan
Por mucho que John Lennon suplique en la estación.
De Poemas para leer con antiácidos
MONOLOGO TELEFÓNICO ENTRE UN YANQUI
CONFUNDIDO Y SU AMOR QUINTAVENIDA.
a Marcos Silber
poseedor del humor necesario
No se puede ir a La Habana en un Plymouth amarillo
no se puede ir en un Ford ni tampoco en Chevrolet
te llamo para decirte que te quiero mas percibo
lo imposible de tu mano bajo mantos de banderas
y un huracán de intenciones.
Las ideologías se confunden en tu teléfono blanco
quiero hablar de lo posible en la tarde de Manhattan
detenerme para que subas desteñidos abalorios
en mitad de los trigales donde la historia engendra
su próximo sarcasmo.
No se puede ir a La Habana en un Plymouth amarillo
desde New York la inquietud por tu edad capitalista
anulará la autocrítica y las dietas macrobióticas
sobre el arco de utopías que abismará en el Caribe
a un Goliat americano.
Imposible comprender la plusvalía eligiendo los aretes
ajena tu nariz a la información que viniendo de Cuba
remonta el recelo hasta el piso último del Empire State
y pongo otra moneda a 90 millas del gran supositorio
que apunta a Kin Kong.
No se puede ir a La Habana en un Plymouth amarillo
lo incierto obstruye mientras te pintas las uñas y no sé
si un paso atrás dos adelante en lo nuestro es objetivo
presagio desventuras en el insomnio de Hemingway
a las 4 AM de su habano final.
Dudo en buscar tu blusa dialéctica y turgente
como la Sierra Maestra que propongo para dos
ahora que América se abre como tus labios pintados
preguntando al materialismo qué medias vestir
en tu primera cita con la Revolución.
No se puede ir a La Habana en un Plymouth amarillo
entre la riqueza los añicos y la basura de Wall Street
baja el azúcar como una cortina dispuesta al bloqueo
en tanto nuestro pasado deambula por el Central Park
desnudo como un fauno capón.
He decidido no ir a buscarte en mi Plymouth amarillo
mi barba somera y subjetiva te causará conmoción
y uniforme verde oliva el viejo Marx me advierte:
-la historia se repite primero como tragedia y luego
como farsa para televisión-.
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